WebHM13-autor-bio
autoras1

Irma Saiz

Licenciada en Matemática, magíster en Ciencias en la especialidad de Matemática Educativa. Dirige la carrera de Licenciatura en Didáctica de la Matemática, es profesora de Didáctica de la Matemática del Profesorado de Matemática de la Universidad Nacional del Nordeste. Es autora, junto con Nelci Noemí Acuña, de los materiales de Matemática – Aportes para la Enseñanza en el Nivel Medio de educ.ar.

autoras2

Cecilia Parra

Profesora de Educación Primaria y de Educación Inicial. Licenciada en Ciencias de la Educación. Especialista en Didáctica de Matemática y en Políticas Educativas. Se desempeña en el campo de la formación docente. Ha sido responsable de la producción de múltiples materiales educativos elaborados por los equipos de la Dirección de Currícula del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

cronologia

Han pasado ya quince años desde que hicimos la primera versión de estos libros. A lo largo de este tiempo, hemos tenido la alegría de saber que muchos maestros los han utilizado y que han resultado productivos para la actividad matemática de sus alumnos. Hemos tenido también la enorme satisfacción de enterarnos de que a los chicos les gustan estos libros; que se alegran cuando el maestro pide que los “saquen”, que reclaman si pasan muchos días sin usarlos, que se los quieren llevar a la casa de la abuela o llevarlos en un largo viaje.

Tuvimos ocasión de reunirnos con niños que nos han entrevistado para saber cómo hicimos los libros. Les explicamos que estos libros son el producto del trabajo de mucha gente y que, además, “viven” en sus aulas gracias al trabajo de sus maestros. Les hemos dicho que ellos aprenden cuando trabajan sobre las situaciones que los maestros les proponen, cuando discuten, cuando se ponen de acuerdo. Les dijimos también que se aprende matemática trabajando y que todos pueden hacerlo.

Los niños nos habrán entendido o no, quizás todavía mucha de la producción humana les parezca mágica o ajena. Pero creemos que gran cantidad de ellos han tenido oportunidades de producir y han sentido como propias algunas “piezas” del conocimiento matemático. Esos encuentros, y los que tenemos continuamente con maestros en ejercicio y en formación, así como con colegas que comparten camino, nos renuevan y nos han dado fuerzas para volver a enfrentar el desafío de recuperar lo bueno que estos libros han tenido y, a la vez, saber cambiar lo que debe ser cambiado.

Escribir libros que ayuden a los maestros a enseñar y a los alumnos a aprender es muy complejo, porque enseñar y aprender lo son. Pero están aquí, los libros para los chicos y los libros para los docentes. Deseamos que sean motivo de buenos encuentros entre quienes enseñan y quienes aprenden matemática.